Huella Solidaria


Organización:

Asociación Médico-Humanitaria ROKPA Euskadi



Descripción del proyecto


El proyecto pretende contribuir a mejorar la calidad de vida de mujeres y hombres campesinos, nómadas y semi-nómadas de zonas rurales y excluidas del condado de Nangchen. Para ello, el objetivo fijado es lograr un aumento sistemático del acceso a la atención primaria a la salud de las personas más desfavorecidas de la zona. 


Con este fin, el proyecto promueve la Medicina Tradicional Tibetana (MTT), por ser ésta la más adecuada debido a las condiciones geográficas, socioeconómicas y culturales. Así, se ha puesto en marcha un centro para la promoción de la MTT con el fin de dotar a la sociedad de medios tanto humanos como materiales para garantizar el acceso a la salud.  Incluye por un lado, la formación gratuita del personal médico y la atención y el tratamiento de pacientes; y por otro lado, la formación gratuita en horticultura y recolección de las plantas medicinales, así como su elaboración, manufactura y comercialización. En consecuencia, se contribuye a la promoción de la economía local y a la preservación del frágil ecosistema tibetano mediante el cultivo y replantación de plantas medicinales en extinción.





Objetivos


El cumplimiento de los derechos humanos por parte del gobierno chino en el Tíbet, y sobre todo en las zonas rurales, está lejos de ser alcanzado debido a las continuas trabas y políticas discriminatorias étnicas sistemáticas llevadas a cabo contra la población tibetana, y sobre todo contra las mujeres. La falta de libertades individuales y la opresión que ejerce el gobierno chino hace imposible llevar a cabo acciones de incidencia política encaminada a reclamar derechos civiles y políticos. Por eso, entendemos que en este contexto, los derechos más adecuados y los únicos viables para la consecución del objetivo previsto son otros.


Por tanto, desde el proyecto que desde Rokpa Euskadi implementamos en el Tíbet, basándonos en el principio de interdependencia de los derechos y debido a las características geográficas, políticas, sociales y culturales del pueblo tibetano, creemos importante contribuir al empoderamiento de la población en algunos de sus derechos, con el fin de que adquieran las herramientas necesarias para poder hacer efectivo el reclamo en un futuro del resto de sus derechos.


Hemos priorizado el derecho a la salud, el derecho a disponer de sus propias medicinas tradicionales y a mantener sus prácticas de salud, mediante el derecho al respeto de su cultura siendo atendidos en su lengua y utilizando su medicina tradicional. También creemos prioritario trabajar el derecho a la educación formando personal sanitario cualificado y personal horticultor cualificado para la plantación, recogida y producción de medicamentos, así como el derecho a un empleo digno en una zona económicamente deprimida como Nangchen. Todo ello teniendo en cuenta el derecho a un medio ambiente saludable, y el derecho a utilizar y cuidar de la capacidad productiva de sus tierras y recursos, a través de la formación y de prácticas en desarrollo sostenible, tratando de que todas las acciones planteadas tengan el mínimo impacto ambiental negativo posible.


En concreto, tal como se indica en la Estrategia de Salud de la Cooperación de la AECID, la ausencia de salud conduce a una situación de déficit de educación, de fuerza de producción  y pobreza.  Inversamente, la salud es una condición necesaria para alcanzar el disfrute del resto de los derechos y conseguir un desarrollo armonioso y duradero que permita a mujeres y hombres realizar sus objetivos personales.


Por eso entendemos que la priorización de estos derechos ayudan al empoderamiento de la sociedad rural tibetana, en especial de las mujeres, y servirían de base y como catalizadores del reclamo de los subsiguientes derechos, ya que una población saludable, educada, igualitaria y económicamente autosuficiente se encuentra con mayores herramientas y mejores condiciones para poder hacer efectiva la exigencia del resto de derechos humanos.


En relación al derecho a la salud, hemos apostado por la medicina tradicional tibetana por ser en la mayoría de las veces el único medio accesible y asequible de medicina preventiva con el que cuenta la población tibetana en general, y la de Nangchen en particular. A su vez, la medicina preventiva es fundamental como instrumento para combatir uno de los factores que perpetua la pobreza estructural, que no es otro que la enfermedad y su consecuente absentismo laboral.





A quién va dirigido


El proyecto se lleva a cabo en el condado de Nangchen, y su capital, Sharnda acoge el Centro para la Promoción de la Medicina Tradicional Tibetana. Desde allí se distribuirán las medicinas elaboradas en el Centro por todo el condado.


El condado de Nangchen es una zona rural perteneciente a la Prefectura Autónoma Tibetana de Yushu, ubicada en la provincia de Qinghai, al noreste de Tíbet.


Fundamentalmente son tres los grupos de población sujeto identificados en este proyecto:  Por un lado, la comunidad tibetana local de Nangchen, que es donde se ubica físicamente el proyecto y donde tendrá más relevancia. Después, las comunidades tibetanas ubicadas en la parte occidental de la región tibetana, que se beneficiarán también del proyecto de manera directa ya que la distribución de las medicinas producidas se delimitan precisamente a esta área geográfica. El taller de medicinas tibetanas proveerá tratamientos medicinales a aproximadamente 100.000 personas al año. Las medicinas serán distribuidas generalmente a través de hospitales y clínicas tibetanas de la zona.


Finalmente, la población tibetana en general también es población sujeto de este proyecto, en tanto que este proyecto pretende, por un lado proteger el ya dañado ecosistema tibetano, y por otro, contribuir a la preservación de la medicina tradicional tibetana, amenazada hoy en día. A través de estas acciones encaminadas a la recuperación y preservación de su ancestral cultura y lengua se promoverá su reconocimiento y respeto como pueblo sin estado propio.



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