En Nepal no está establecido un gobierno estable tras diez años de guerrilla maoista. La población está desprotegida y muy empobrecida. No existen instituciones públicas bien organizadas para asistir a las personas. Los establecimientos gubernamentales padecen altos índices de corrupción.

Tras haber acogido Nepal a muchos exiliados tibetanos, en este país se han construido muchos lamasterios. En ellos se refugian miles de niños y adolescentes buscando seguridad y alfabetización. Nuestra Asociación trabaja en uno de estos lamasterios  situado en una zona periférica de Katmandú en pleno barrio de exiliados tibetanos.

Estos viajes sirven para entrenar a los lamas para gestionar y explotar su hospedería. A su vez, los viajeros transportan artículos de necesidad que se reparten entre diferentes instituciones de ayuda a la población más pobre. Invertimos en los pequeños negocios locales del país ayudando a su mantenimiento.

A personas sensibilizadas con ayuda humanitaria que combinan viajes “no habituales” con hacer turismo.